Esta es la pareja primigenia, el Adán Aznar y la Eva Botella de la película. Ambos cumplieron a pies juntillas con el añejo mandato bíblico y ahora su prole se multiplica por este mundo de aznares y botellas.El tercer nieto de la familia se llama Pelayo y, dentro de unos años, pronunciará las siguientes palabras ante el abuelo José María:
—¡Qué genes tan grandes tienes, abuelito!







